Se Puede (para Elena Ros)

¿Que si se puede superar?

Se puede.

Os lo digo con la mano en el corazón, yo, que estuve tan tremendamente hundida como lo estáis vosotros ahora. Yo, que tuve esa horrible dependencia insana. Yo, que fantaseaba con un reencuentro fortuito. Yo también lloraba abrazada a la almohada, me quedaba sin sueño, frecuentaba los sitios que él visitaba por si le veía, llamaba y me quedaba callada sólo por escucharle, intentaba cotillear en su vida, guardaba sus fotos, sus recuerdos...

Yo también podía cerrar los ojos y recordar cada milímetro de su cara, cada uno de sus gestos, cada punto de color de sus ojos, que me inundaban el corazón cada vez que se dignaba a mirarme.

Yo también pensaba que jamás lo superaría, yo también me sentía desgraciada, me humillaba siendo tan servil y dependiente de él, dejando que me manejara y poseyera a su antojo en todos los aspectos de mi vida. Yo también lloraba, desesperaba, sufría.

¿Que si se puede superar?

Se puede.

Estuve como vosotros, en el fondo del pozo. Levantando la vista desde la oscuridad y viendo un cielo azul que se me antojaba demasiado lejano, inalcanzable. Veía esas cabezas de familia y amigos alargando la mano para que me aferrara y poder salir... pero me parecían tan lejanas sus manos, no podía alcanzarlas... no podía salir. Escuchaba sus palabras de ánimo, sus consejos, sus llamadas, su apoyo... pero no me llegaban. No me calaban. Hasta mis huesos sólo calaban los golpes del recuerdo. De su recuerdo.

Estuve como vosotros, como todos y cada uno de vosotros, amigos míos. Mirando hacia arriba desde el agujero, metida hasta el cuello en mi propia desgracia, ahogada por mis propias lágrimas, autocompasión, culpándome de todo, queriendo morir, fantaseando con dejar un mundo que se me antojaba una tortura injusta, sin final, aterradora.

¿Que si se puede superar?

Se puede.

Hoy os miro desde la boca del pozo, os veo ahí abajo, perdidos, rendidos y sin fuerzas para luchar, dándolo todo por perdido, pensando que es imposible salvaros... y alargo mi mano para intentar ayudaros a subir. Y alguien sujeta mis pies para evitar que, en mi intento por ayudaros a subir, yo pueda volver a caer: es un hombre que me sacó del pozo a mi, que es mi apoyo, que me agarró la mano y pude alcanzarla... es el verdadero amor de mi vida. El que no me empujó al pozo, sino que me sacó de él.

Agarra mi mano, y verás cómo al acercarte a la luz, descubres que hay una mano que te sacará totalmente de ese pozo. Será la mano cálida, limpia y firme de ese hombre o esa mujer que será el hombre o la mujer de tu vida. Tu verdadero amor.

¿Que si se puede salir del pozo?

SE PUEDE.

ELENA, COGE MI MANO... Y LUEGO BUSCA LA SUYA.

No quiero soñar

Tengo miedo a dormir, en el sueño no soy dueña de mí misma, de mis anhelos, de mis deseos, de mi historia, de mis pensamientos. No soy dueña de mi mente, no soy dueña de mi cuerpo. No soy dueña del momento que vivo, ni del sitio donde estoy. En sueños no elijo, no decido, no controlo. Dicen que los sueños tienen significado, pero no es cierto. Es por eso que nos aturden, nos preocupan, nos asustan o nos avergüenzan. No es cierto que los sueños te muestren traumas, erorres, decisiones, frustraciones o deseos que intentas reprimir. Soñar con cosas que nos angustiaron, con lo que nunca sucedió ni sucederá o con personas que no conocemos no es sino asistir al espectáculo extraño de una película vieja y mala con los rollos cambiados sin orden ni concierto.

Pero en sueños sigo siendo vulnerable, como un pequeño barco vapuleado por las olas de una entidad que parece, dentro de mi propia cabeza, decidir por mi, elegir por mi, mostrarme cosas que yo no quiero ver, no quiero imaginar, no quiero soñar. ¿Soy yo quien produce los sueños? No. ¿Qué parte de mi, inconsciente, negligente, ladina, traidora y cobarde domina esa parte de mi cerebro que sólo surge en los sueños? ¿Qué o quién eres? ¿Por qué me atormentas? Te odio. Te temo.

Porque cuando sueño no estoy con quien quiero, donde quiero, como quiero, cuando quiero, no pienso lo que deseo, no vivo la realidad... por eso no quiero soñar. No quiero soñar nunca.

Porque hoy soñé que le quería. Y ni en sueños quiero quererle.

Un trocito de corazón para Japón

La naturaleza nos ha dado donde más nos duele... en nuestro orgullo de "animales superiores" que se comen el mundo. En nuestra SOBERBIA de devoradores, esquilmadores y usurpadores, de egoístas, engreídos y estúpidos. Se cobra en sangre el expolio al que la sometemos sin tregua, sin medida, sin miramientos... No somos más que una panda de parásitos desagradecidos, y ha demostrado que se nos puede quitar de encima con un solo gesto. En cualquier momento y lugar.

Que el dolor de la tragedia sufrida por Japón nos sirva a todos de motivo de reflexión, que apartemos las barreras, las fronteras y las ideologías y mostremos nuestro apoyo a quienes han sido la "cabeza de turco" que la naturaleza ha elegido para darnos un severo escarmiento.Bien es cierto que hubiera deseado que barriera a otros pueblos más indeseables, pero eso es desde mi punto de vista, egoísta y parcial, partidista y subjetivo, como el de cualquier otro. Ha elegido Japón, mi pequeño y particular paraíso soñado, paradigma de la revolución tecnológica y del exceso de modernidad, con un contrapunto de belleza por las cosas más bellas y simples...

Mi más sentido pésame a todo el pueblo nipón, a quienes desde aquí envío mi más sincera solidaridad y eterna admiración. SUERTE Y FUERZA.

Carta abierta a los abogados de Marta del Castillo

Muy señores míos:

Como estudiante de derecho, entiendo perfectamente lo que es el "secreto profesional". Entiendo también lo que en la jerga legal llaman "juicio justo". Entiendo qué es la presunción de inocencia, y el derecho a una defensa efectiva. Entiendo todas esas cosas porque soy estudiante de derecho y tengo algo llamado "cerebro".

Pero por suerte, o por desgracia, también, como persona, entiendo perfectamente lo que significa la palabra "justicia" más allá de su significación "legal". Entiendo también lo que en la "jerga de la calle" llaman "misericordia". Entiendo el dolor de una familia por no poder siquiera enterrar a su hija, a la que saben muerta. Entiendo la desazón de los investigadores que no consiguen sonsacar a cuatro niñatos dónde está el cadaver. Entiendo todas esas cosas porque soy un ser humano y tengo algo llamado "corazón".

Espero que ustedes, con sus leyes y su "cerebro", no hayan olvidado que son personas y que tienen corazón. Yo prefiero traicionar a mi cerebro y a la Ley antes que traicionar al corazón y la humanidad. Prefiero fallar como abogada a fallar como persona. Y ustedes... ¿qué prefieren?

Ustedes lo saben. Ustedes con tal de ganar un juicio han envalentonado a sus "clientes", que son unos ASESINOS confesos, llenándoles la garganta y la cabeza de las patrañas que les sacarán de tener el castigo que merecen. Ustedes saben que mienten, dónde y cómo. Ustedes saben qué pasó, ustedes saben dónde está el cuerpo. PEro callen. Prefieren indicarles cómo escapar con mentiras con tal de ganar el juicio.

La defensa efectiva no es sacar a un culpable a cualquier precio y que se vaya de rositas. Eso no es ganar un juicio, eso NO es justicia. Eso es un vulgar NEGOCIO. Es arrancarse el corazón y tirarlo a la basura, aunque, a estas alturas, si alguno de ustedes lo tira a la basura ni las ratas se lo comerán, se lo garantizo.

Así que ¿por qué alguno de ustedes no desempolva el corazón, lo pone a trabajar y deja que su conciencia dicte sentencia en un juicio verdaderamente JUSTO? Dejen hablar a su conciencia, dejen que el corazón guíe su mano y escriban un anónimo al juez indicándoles DÓNDE ESTÁ EL CUERPO.

Por favor. Por Marta. Por ustedes. Díganlo... o el cadáver de Marta del Castillo no estará enterrado sólo en el lecho de un río o en una zanja. Estará enterrado en sus memorias. Y no les dejará descansar nunca.


HISTORIA SIN FINAL FELIZ

Esta es una historia

En la que no ganan los buenos,

Donde triunfan los idiotas,

Y son derrotados los cuerdos…

No es una canción con final feliz,

No triunfa la razón, no te hará reír…

La vida es un camino de piedras azules

Para que te hinques de rodillas creyendo estar en las nubes…

Remedios pa las esperas, mentiras pa las derrotas,

Pa no ver las calaveras que crujen bajo tus botas…

Te has caído de la cama soñando matar profetas

Que auguraron que vendría el triunfo de los poetas,

El amor es un puñal manchado con mi carmín

El sexo es cerrar los ojos para pensar en mi…

Y a deshoras

te desquitas

buscando las hojas

marchitas

que yo te ofrecí,

Un puñao de canciones

de unas vacaciones

tan contigo y tan sin ti,

intentando, herido,

encontrar un sentido

a qué quise decir,

leyendo entre líneas

con el corazón

hurgándote heridas,

pidiendo perdón,

oliendo a mentiras,

odiando a queridas,

a noches perdidas…

buscando mi dirección.

Esta es una historia

donde el bombero

no apaga los fogones,

y Blancanieves es una zorra,

y se zampan al caballero

los dragones,

No.. no es una canción con final feliz…

No te dice ven corriendo, aquí te espero,

ven a por mi…

Y a deshoras

te desquitas

buscando las hojas

marchitas

que yo te ofrecí,

Un puñao de canciones

de unas vacaciones

tan contigo y tan sin ti,

intentando, herido,

encontrar un sentido

a qué quise decir,

leyendo entre líneas

con el corazón

hurgándote heridas,

pidiendo perdón,

oliendo a mentiras,

odiando a queridas,

a noches perdidas…

buscando mi dirección.